• Bienvenidos al Lanzamiento para Familias del Programa Coping Power. En este video, hablaremos sobre los detalles del programa que se lleva a cabo en la escuela de su niño/a, sus beneficios para su niño/a y cómo puede apoyarlo en casa. Su participación en la educación de su niño/a es crucial, y esperamos colaborar con usted para fomentar el desarrollo de su niño/a para que se convierta en ciudadanos productivos y comunicadores efectivos.

    Cada semana, recibirá un seguimiento rápido y una descripción general del contenido que su niño/a aprendió en un breve folleto electrónico o físico, llamado "empujón semanal para cuidadores". Esto también va acompañado de una serie de videos que le brindan un fragmento rápido de lo que su niño/a está aprendiendo en su salón de clases.

    Quizás te preguntes qué es realmente el poder de afrontamiento y por qué lo estamos haciendo tan importante.

    Coping Power es un programa de prevención para estudiantes de finales de primaria a principios de secundaria. Está destinado a apoyar la salud mental, el comportamiento, las interacciones sociales y más de los preadolescentes. Trabaja para desarrollar habilidades sociales, autorregulación, habilidades de afrontamiento y la capacidad de resolver problemas y conflictos.  Coping Power es una estrategia basada en la investigación que ha demostrado beneficiar a los niños en edad escolar en los Estados Unidos, particularmente al reducir los problemas sociales, emocionales y de comportamiento que a menudo se alinean con un bajo rendimiento académico y otros resultados negativos.

    El programa está impulsado por seis competencias clave. A continuación, se detallarán cada una de estas competencias, pero para proporcionar una breve visión general, estas habilidades vitales mejoran el control de las emociones, la interacción social, la resolución de conflictos y las relaciones positivas con los compañeros. Estas habilidades ayudarán a su niño/a a tener más éxito en el reconocimiento y la regulación de sus propias emociones, y en la interacción en diversas situaciones sociales, incluidos los conflictos y las situaciones de riesgo de presión de grupo.

    La primera habilidad en la que nos centramos con su niño/a es la conciencia y el reconocimiento de las emociones, tanto en sí mismo/a como en los demás.

    La autoconciencia, un componente clave del poder de afrontamiento, significa reconocer las emociones con precisión. Enseñaremos una comprensión emocional matizada, yendo más allá de conceptos básicos como "feliz", "triste" o "enojado". También profundizamos en la intensidad emocional, por ejemplo, determinando la diferencia entre estar tranquilamente contento y estar muy emocionado.

    Para ayudar a su niño/a a comprender y visualizar las diferentes intensidades de una emoción, utilizamos una ilustración básica del termómetro. A medida que una emoción se vuelve más fuerte o intensa, la lectura del termómetro aumenta. A medida que se relajan y la intensidad de la emoción disminuye, la temperatura del termómetro se reduce. Su niño/a aprenderá sobre la conexión entre pensamientos, sentimientos y comportamientos, por ejemplo, cómo sus patrones de pensamiento y diálogo interno afectan sus emociones. Se abordan estrategias para reconocer y responder al diálogo interno negativo, que es común en todas las edades. Le enseñaremos a su niño/a a reconocer estos patrones y a replantearlos para su resiliencia y crecimiento.

    La siguiente competencia básica a la que nos dirigimos es la toma de perspectiva, o ponerse en el lugar de otra persona para comprender mejor su punto de vista. Esto no significa cambiar nuestros propios puntos de vista u opiniones, sino ser más conscientes de cómo se pueden sentir los demás en una situación determinada.

    Para ayudar a fomentar esta habilidad, su niño/a reflexionará sobre su punto de vista y los puntos de vista de los demás a través de juegos y debates como "esto o aquello", donde juzga las preferencias deportivas o de dulces. Su niño/a practicará la expresión de sus puntos de vista y la consideración de las perspectivas de opiniones opuestas. Se les pedirá que compartan sus propios pensamientos sobre un tema determinado, así como que consideren puntos de vista alternativos.

    A continuación, nos centramos en el afrontamiento de las emociones, que incluye todas las diversas formas en que su niño/a puede aprender a manejar las emociones difíciles o intensas a través de la autoinstrucción, la distracción y la relajación. El componente positivo y útil de diálogo interno que mencionamos anteriormente también juega un papel importante aquí.

    Su niño/a aprenderá métodos de afrontamiento basados en el pensamiento y métodos de afrontamiento activos. Los enfoques de afrontamiento activos implican caminar, hablar, bailar, hacer manualidades, jugar o acariciar a las queridas mascotas de la familia o a los animales de peluche. Las estrategias basadas en el pensamiento ayudan a identificar los pensamientos inútiles, los pensamientos automáticos y a reformularlos. Por ejemplo, su niño/a aprenderá a tomar pensamientos internos como: "¡No soy bueno en esto!" y remodelará esos pensamientos para que suenen más como: "¡Esto es realmente difícil para mí en este momento, pero mejoraré con la práctica!"

    Le enseñaremos métodos de relajación para una calma instantánea y una serenidad sostenida, con el objetivo de brindarle a su niño/a las herramientas para disminuir la intensidad de sus emociones en el momento y reducir su estrés diario a través del autocuidado positivo. La meditación y la respiración profunda en el aula con herramientas familiares como Go Noodle le brindan a su niño/a demostraciones seguras y cómodas de algunas de estas actividades.

    Además de las estrategias que su niño/a podría usar durante el tiempo libre, en casa o cuando tenga más tiempo para relajarse y sobrellevar la situación, le enseñaremos estrategias de autocontrol en el momento para momentos y situaciones desafiantes. Estas estrategias pueden ayudar a su niño/a a manejar el estrés repentino o las emociones crecientes en un espacio donde es posible que no pueda usar algunas de sus estrategias de afrontamiento más activas, como correr, caminar, hablar, hacer yoga o incluso meditar. Estas estrategias pueden ayudar a su niño/a a manejar sus emociones en el momento, centrándose en factores simples que están bajo su control para mantener una intensidad emocional baja. Esto se llama "presionar pausa" y el objetivo es ayudar a su niño/a a respirar y mantener el control de sí mismo hasta que más tarde tenga tiempo para procesar más activamente sus emociones.

    La siguiente competencia básica en el programa se enfoca más en los entornos externos de su niño/a, su mundo social. Nos enfocamos en ayudar a su niño/a a desarrollar habilidades de comunicación efectivas, que incluyen hablar asertivamente en lugar de agresivamente en un conflicto, usar habilidades de escucha activa y saber cuándo se necesitan disculpas.

    Su niño/a aprenderá formas apropiadas y efectivas de responder a los conflictos entre compañeros, lo que le permitirá sentirse cómodo y seguro expresando sus sentimientos sin causar daño a los demás. Practicarán el uso de un lenguaje asertivo para defenderse a sí mismos y a sus opiniones de una manera que sea apropiada, justa y que no acuse a los demás. Una estrategia específica que enseñamos para ayudar con esto se llama "Mensajes Yo". Los "Mensajes Yo" animan a su niño/a a expresar cómo se siente acerca de algo sin culpar a otra persona, expresando simplemente cómo se siente el hablante durante una situación y por qué se siente así. De esta manera, el orador puede expresar su punto de vista y asegurarse de que sus pensamientos y opiniones sean escuchados, sin escalar el argumento o decir algo dañino.

    Además de las habilidades efectivas para hablar, queremos ayudar a su niño/a a convertirse en un oyente efectivo. Para hacer esto, aprenderán y practicarán el proceso de escucha activa, incluida la lectura del lenguaje corporal, la realización de expresiones faciales apropiadas, la realización de comentarios y preguntas al orador, el contacto visual según corresponda y más. Su niño/a aprenderá la importancia de prestar atención cuando otra persona está hablando, tratar de entender su perspectiva y buscar puntos de compromiso entre lo que él y la otra persona han comunicado.

    Su niño/a recibirá apoyo en el uso de la información y las perspectivas aprendidas para comunicarse mejor durante los conflictos y resolver problemas en situaciones difíciles. Es importante que su niño/a se sienta cómodo participando en un compromiso efectivo y tomando decisiones que sean saludables y apropiadas para sí mismo y para los demás.

    Este proceso de toma de decisiones y resolución de problemas es el importante en el programa Coping Power. Utilizamos un modelo llamado PICC, al que su niño/a hará referencia casi todas las semanas del plan de estudios para asegurarse de que comprenda y pueda aplicar esta estrategia de resolución de problemas en una variedad de situaciones difíciles. PICC son las reglas en inglés de identificación de problemas, elecciones y consecuencias. En el modelo PICC, su niño/a primero aprende a identificar cuál es el problema que está experimentando, incluidos los detalles del problema, como cuándo, dónde, por qué y cómo ocurre. Luego, considerarán las opciones que tienen para tratar de resolver el problema y las consecuencias de cada una de esas elecciones. Analizarán los efectos positivos y negativos que cada elección podría tener en ellos mismos, sus amistades y la situación en general, y luego determinarán qué decisión parece la mejor.

    Por último, su niño/a comenzará a considerar las influencias positivas y negativas que provienen de sus grupos de compañeros y explorará formas de resistir y rechazar la presión negativa de los compañeros, evitar el acoso escolar y concentrarse en desarrollar amistades fuertes y saludables.

    Su niño/a aprenderá a reconocer las situaciones de alto riesgo de sus compañeros, es decir, las actividades que podrían que podrían potencialmente ser peligrosas, insalubres o incluso ilegales. Experimentarán con una variedad de habilidades de rechazo que pueden usar para salir de estas situaciones sin parecer "poco atractivos". Algunas de las estrategias incluso ayudan a los estudiantes a disuadir a sus amigos de participar en estas actividades riesgosas, lo que convierte a su niño/a en una influencia positiva para quienes lo rodean.

    También hablamos sobre las cualidades de las amistades saludables y cómo desarrollarlas. Su niño/a aprenderá estrategias para iniciar conversaciones y conocer gente nueva para que pueda crear nuevas amistades que sean saludables y significativas para él.

    Estas seis competencias: conciencia precisa de la angustia emocional, toma de perspectiva, afrontamiento de emociones, comunicación social, resolución de problemas sociales y toma de decisiones, y resistencia a la presión de grupo y desarrollo de relaciones saludables, pueden ser muy complicadas para los niños que no las han aprendido antes, por lo que dividimos todo en pasos simples y manejables. Puedes ver que hay esencialmente tres niveles, o módulos, de aprendizaje.

    Comenzamos con varias lecciones relacionadas con la identificación de problemas, la identificación de emociones y la conciencia general de uno mismo y de los demás.

    A continuación, durante el módulo dos, que son las lecciones 4-7, su niño/a aprenderá y practicará estrategias de afrontamiento y evaluará las diferentes decisiones que puede tomar en una situación determinada. Finalmente, en el último conjunto de lecciones, o módulo tres del programa, su niño/a aprende habilidades de resolución de conflictos y estrategias de comunicación como los mensajes en primera persona, la escucha activa y las técnicas de lenguaje asertivo que explicamos anteriormente.

    En total, su niño/a participará en 12 lecciones con toda su clase.

    Su escuela ha decidido utilizar este plan de estudios para apoyar mejor la mentalidad de crecimiento de los estudiantes, los entornos de aprendizaje positivos y las experiencias sociales y emocionales. Todos los niños completarán las 12 lecciones en el aula. Estas lecciones brindan prevención universal y apoyo a su niño/a con la regulación de las emociones, el autocontrol y las habilidades sociales. Las áreas de habilidades abordadas en estas lecciones son aplicables a todos los preadolescentes y adolescentes, incluyendo la ira y la agresión, la tristeza, el miedo y la ansiedad, el conflicto, la presión de grupo, la toma de decisiones y más.

    Además de las 12 lecciones en el aula, algunos niños completarán 12 lecciones adicionales en un entorno de grupos pequeños. Los estudiantes serán seleccionados para el grupo pequeño en base a las recomendaciones de sus maestros y consejeros académicos. Estas lecciones complementarias están destinadas a apoyar a los niños que podrían beneficiarse de un poco más de aplicación práctica y la oportunidad de analizar y hacer preguntas en un entorno de grupo más pequeño. Las sesiones en grupos pequeños están a cargo de consejeros orientadores y / u otros adultos de confianza que hemos capacitado específicamente para brindar las lecciones y practicar estas habilidades. Esperamos que los líderes de grupos pequeños sirvan como otro gran recurso para su niño/a durante su día escolar.

    Es importante tener en cuenta que su niño/a no es seleccionado para el grupo pequeño en función de su rendimiento académico. Además, el grupo pequeño no es punitivo y no se espera que reste valor a ningún aprendizaje académico que ocurra en el aula.

    Si bien todos estos componentes en la escuela son excelentes, ¡la persona más importante de la que aprenderá su niño/a es USTED! Estamos aquí para brindarle apoyo y aliento para ayudar a su niño/a a sentirse exitoso mientras practica la aplicación de estas habilidades tanto en la escuela como en el hogar.

    Hay varias maneras en las que puede apoyar específicamente el crecimiento de su niño/a dentro del programa Coping Power. Le animamos que le pregunte a su niño/a qué está aprendiendo en la escuela y cómo se siente al respecto, tanto con respecto al programa como al resto de su día escolar. Mostrar interés en la vida escolar de su niño/a es increíblemente valioso. A pesar de que los adolescentes a menudo actúan demasiado bien para nosotros los adultos, realmente se benefician de la atención, el apoyo y el estímulo positivo, y es crucial que sepan que estás ahí para ellos.

    Sin embargo, advertimos contra la sensación de "interrogar" a su niño/a con preguntas; Si muestra signos de apagarse cuando lo interroga (como negarse a hablar, salir de la habitación o decir que no quiere hablar), le recomendamos que se aleje de las preguntas directas y participe en una actividad que ambos puedan disfrutar, como caminar o jugar un juego de mesa, donde las conversaciones pueden surgir naturalmente a medida que su niño/a está listo para hablar. ¡Esta es en realidad una de las estrategias positivas de crianza y cuidado que explicaremos en la segunda parte de este video! Tenemos muchas sugerencias en la segunda parte de este video, así que estad atentos. Tenemos muchas sugerencias en la segunda parte de este video, así que esten atentos.

    Antes de pasar a la segunda sección, queremos proporcionar un último método para involucrarnos específicamente con el programa de Coping Power. Cada semana, recibirá un mensaje rápido de "empujón", ya sea en forma de un volante en papel o un mensaje electrónico, del maestro de su niño/a o del líder de Coping Power que proporciona una breve descripción general de las habilidades que su niño/a está aprendiendo cada semana, así como sugerencias sobre formas de practicar en casa. Estos folletos infográficos también se han adaptado a un forma de video, para que también pueda verlos en línea, ¡al igual que este video!

    Queremos asegurarnos de que usted todavía tenga el control del aprendizaje de su niño/a y que pueda entrenar y apoyarles para que se conviertan en la mejor versión de sí mismos.

    Por supuesto, hay demasiadas formas en las que puede apoyar el crecimiento de su niño/a para que las cubramos en un video, pero en la siguiente sección, profundizaremos en algunas formas basadas en la investigación en las que puede interactuar con su niño/a en casa.

    Comenzaremos hablando sobre qué son los comportamientos, qué causa los comportamientos y qué puede hacer para ayudar a su niño/a a tomar decisiones efectivas y útiles. Su niño/a también aprenderá a hacer esto en su salón de clases y en sesiones de grupos pequeños, a medida que aprenda a separar los problemas y considere sus elecciones y consecuencias.

    También aprenderán habilidades para controlar mejor su propio comportamiento, hacer frente y comprender sus emociones, e interactuar de manera más apropiada con sus compañeros/as y maestros/as, incluso cuando se sientan molestos. Estas habilidades se basan en la teoría del aprendizaje social, una teoría que considera que el comportamiento está influenciado por el entorno de las personas y los eventos que ocurren antes y justo después de un comportamiento en particular. Por ejemplo, la respuesta de un niño a una solicitud o indicación de sus padres, cuidadores u otro adulto está estrechamente relacionada tanto con la indicación como con la forma en que el adulto reacciona después de que sigue o no el comportamiento solicitado. Como tal, su comportamiento, el entorno del hogar y la forma en que responde después del comportamiento de su niño/a tienen una influencia significativa sobre si su niño/a y como elegirá mostrar un comportamiento nuevamente en el futuro. Aunque no siempre lo parezca, hay muchas estrategias que puede emplear para ayudar, guiar y alentar el comportamiento de su niño/a utilizando el refuerzo y creando un entorno de aprendizaje más útil, organizado y positivo.

    Repasemos la definición de comportamiento que estamos utilizando para guiar estas recomendaciones. El comportamiento se define como algo observable que alguien hace. Es algo que realmente se puede ver. Por ejemplo, alguien puede estar caminando, gritando, discutiendo, golpeando, lavando los platos, jugando un juego, etc. Todos estos son comportamientos que puedes ver específicamente que alguien hace.

    Algunos comportamientos pueden ser más deseables que otros, pero es importante entender que todo comportamiento es comunicación. Se muestran diferentes comportamientos porque las personas están tratando de satisfacer necesidades específicas o comunicar sus necesidades de la mejor manera que saben. Es posible que estén caminando porque necesitan beber agua, o que estén gritando porque sienten que nadie los está escuchando. Los niños/as y adolescentes a menudo todavía están aprendiendo cuáles son sus emociones y necesidades, y puede ser realmente frustrante y desafiante para ellos mientras navegan por el mundo y tratan de comunicar estas necesidades o sentimientos a los demás. Muchas veces, esta es la razón por la que vemos a los niños en esta etapa gritando, respondiendo o actuando de maneras que nosotros, como sus padres, no preferimos.

    El comportamiento no es un atributo o una característica de la personalidad, no es terquedad o pereza, aunque a veces pueda sentirse así. Pero cuando se trata de guiar el comportamiento de un niño, es más efectivo ceñirse a describir la acción real y observable en lugar de la persona.

    El comportamiento se puede cambiar si se comprende la necesidad insatisfecha y se modifica el entorno para satisfacer esa necesidad de una manera aceptable. Es fundamental entender la función de una conducta, o por qué la conducta está 'funcionando'. Por ejemplo, tal vez su niño/a no esté haciendo sus tareas porque sabe que recibirá su atención, incluso si su atención es un sermón o una insistencia para que vaya a limpiar su habitación o saque la basura. Una vez que reconozca que su niño/a se está comportando de cierta manera para obtener algo (en este ejemplo, atención), usted y su niño/a pueden encontrar formas alternativas de satisfacer esa necesidad. Cuando abordamos el comportamiento desde esta mentalidad, comienza a tener sentido por qué necesitamos describir claramente el comportamiento en cuestión, así como el contexto o la situación en la que ocurre.

    Si observas este diagrama de flujo, verás que la "B", que significa comportamiento, está justo en el medio del diagrama de flujo. Hay una "A" que viene antes, que significa "antecedentes" y una "C" que viene al final, que se refiere a "Consecuencias". Los antecedentes son eventos que ocurren justo antes de un comportamiento, y las consecuencias son eventos que ocurren inmediatamente después de un comportamiento. Profundizaremos un poco más en cada uno de ellos ahora.

    Lo que sucede justo antes y justo después de un comportamiento tiene mucho que ver con la probabilidad de que el comportamiento vuelva a ocurrir. Comprender los antecedentes y las consecuencias que rodean un comportamiento puede ayudarlo a guiar el comportamiento de su niño/a de manera más efectiva.

    El antecedente es todo lo que ocurre antes de la conducta. Algunos antecedentes pueden preparar a los niños para que tomen decisiones de comportamiento útiles o deseados, y otros antecedentes pueden dar lugar a comportamientos más problemáticos o no deseados, o causar una disminución en el comportamiento deseado que usted, como cuidador, esperaba ver.

    Antes de hablar sobre las formas específicas en que usted puede crear conciencia e intención detrás de los antecedentes, o predecesores, de los comportamientos de su niño/a, queremos darle un momento para reflexionar y practicar la aplicación de este diagrama de flujo ABC. Por favor, tómese un momento ahora para considerar un momento en el que se sintió increíblemente frustrado, enojado o molesto de alguna manera.. Una vez que hayas pensado en un momento en el que estuviste increíblemente molesto, piensa en tus acciones. Siéntase libre de pausar este video para tomarse más tiempo para reflexionar y escribir sus respuestas. Tómate un momento para pensar en la situación previa a la hora en que te enojaste. ¿Qué sucedió (evento o acción específica) justo antes de que te motivara a enojarte en primer lugar?

    Es posible que veas una situación clara que te llevó a enojarte y cómo la sensación de estar molesto afectó tus acciones. Sus acciones podrían haber llevado a experiencias aún más negativas o alguna otra consecuencia negativa. Las experiencias ABC son normales para todos, independientemente de la edad. Pero es particularmente difícil para los niños pasar por este camino, ya que todavía están aprendiendo a manejar sus emociones y comportamientos. Como adultos, es probable que todavía tengamos momentos en los que arremetemos, pero debido a que nuestros cerebros están completamente desarrollados, tenemos una capacidad más fuerte para mantener el control y tomar decisiones de comportamiento efectivas, a pesar de nuestras emociones. Mientras nuestros niño/as aprenden a reconocer y manejar sus emociones, es importante que los apoyemos creando conciencia sobre situaciones que podrían promover emociones negativas. Si los adultos dan instrucciones ineficaces o confusas a un niño, o si el niño se encuentra en un entorno confuso, desorganizado o incluso molesto, es más probable que el niño no cumpla, no esté seguro de cómo se ve el éxito o elija un comportamiento diferente no deseado.

    La actividad de reflexión que acabas de completar es muy similar a la práctica semanal de poder que te enviaremos a casa cada semana para que la revises con tu niño/a.

    Las formas en que facilitamos entornos positivos y predecibles para nuestros niño/as son muy simples.

    Los niños a menudo carecen de control sobre el entorno o la situación en la que se encuentran, pero nosotros, como cuidadores, podemos crear y apoyar entornos útiles y saludables. Podemos preparar el escenario para que nuestros niño/as puedan regular eficazmente sus emociones y cumplir con nuestras peticiones trabajando para que se sientan vistos, escuchados y apoyados en entornos domésticos predecibles.

    Una forma específica en que podemos controlar y regular mejor el entorno de nuestro niño/a es a través de instrucciones directas, claras y específicas. Las buenas instrucciones son cruciales para el éxito de nuestros niño/as en la realización de las tareas y comportamientos deseados. Hay una serie de consideraciones que debe tener en cuenta antes de provocar un comportamiento o dar instrucciones a su niño/a.

    En primer lugar, los cuidadores pueden planificar sus indicaciones o instrucciones más importantes antes de decirles esas instrucciones en voz alta. Considere si la instrucción es algo que usted ha determinado que su niño/a debe cumplir, y si usted está dispuesto y es capaz de seguir adelante con una consecuencia. La consecuencia podría ser el refuerzo, como elogiar un trabajo bien hecho, o el castigo, como quitar un privilegio hasta que se complete la tarea solicitada. Si la dirección no es lo suficientemente importante como para que la observes y elogies, considera si se debe prestar atención a la indicación del comportamiento en primer lugar.

    Para un mayor impacto, también puede considerar el momento de la dirección. Interrumpir a su niño/a en medio de una actividad que le ha dado para hacer, o que le gusta hacer, como ver televisión o jugar al aire libre, puede ser percibido como injusto por su niño/a, lo que reduce la probabilidad de que tenga éxito en seguir sus instrucciones. Sabemos que la falta de advertencia antes de dejar de realizar una actividad divertida o placentera puede disminuir la probabilidad de que un niño siga sus instrucciones en la primera pregunta y aumentar la probabilidad de un desacuerdo entre el cuidador y el niño. Cuando sea posible, recomendamos esperar para proporcionar un aviso o una nueva dirección hasta cerca del final de la actividad o del tiempo de juego asignado. Si va a dar una dirección al final de una actividad que está disfrutando actualmente, es mejor avisarle cuánto tiempo le queda para hacer esa actividad divertida. Esto podría ser tan simple como una advertencia de dos o cinco minutos para que sepa cuánto tiempo puede seguir jugando, viendo televisión, etc., antes de que se le pida que continúe. Incluso puedes darles múltiples recordatorios a medida que se les acabe el tiempo. Algunos niños  necesitarán ayuda para determinar un buen punto de parada de una actividad que disfrutan. Darles recordatorios regulares a medida que se acercan al final de los tiempos y ayudarlos a reconocer un punto final claro (como anotar una canasta, terminar un nivel de un videojuego o el final de un episodio de televisión) puede ayudarlos a reconocer mejor y alejarse de las actividades preferidas en el futuro.

    Cuando ustedes estén listos para la nueva dirección, tenga en cuenta que su objetivo es preparar a su niño/a para el éxito dándole la dirección más clara y útil que pueda.  Situarte cerca de ellos y asegurarte de tener su atención, posiblemente colocando una mano sobre su hombro, es muy importante. También debes intentar hablar en un tono de voz neutro o agradable, usando un volumen bajo e incluyendo la palabra "por favor". Queremos transmitir respeto a nuestros niño/as, incluso cuando les proporcionamos indicaciones específicas que esperamos que cumplan.

    Las instrucciones efectivas son específicas, claras y apropiadas para el desarrollo. Si tiene dificultades para evaluar lo que es apropiado para el Desarrollo, y considere si ha visto a su niño/a hacer la tarea con éxito o algo de nivel de dificultad similar antes. Indique el mensaje o la dirección solo una vez. Luego, espere 20 segundos para ver si comienza a mostrar el comportamiento deseado que usted pidió. Esto parece mucho tiempo, pero le da tiempo para procesar lo que usted ha pedido y pensar en cualquier pregunta o inquietud que pueda tener relacionada con el comportamiento solicitado. No hay necesidad de racionalizar la solicitud o negociar en estos casos. No es necesario que te expliques en detalle o por qué estás solicitando el comportamiento.

    Ahora que hemos aprendido los pasos para una indicación efectiva, hablemos un poco más sobre las instrucciones que no funcionan y que incluso podrían causar incumplimiento, frustración o comentarios de respuesta por parte de su niño/a. Todo el mundo da instrucciones poco claras a veces, y puede convertirse en una experiencia útil si usted reconoce que está dando una mala dirección y se disculpa por no ser claro, y luego edita o vuelve a exponer una dirección clara. No hay necesidad de ser duro contigo mismo si ocasionalmente usas una dirección ineficaz; ¡Queremos modelar que los errores son una experiencia humana normal de la que podemos aprender y crecer!

    El primer tipo de direcciones deficientes son las direcciones variadas. Esto implica hablar o explicar demasiado después de dar una dirección. Las instrucciones deben ir seguidas de 10 segundos de silencio para que los niños tengan tiempo de procesar y comenzar a seguir el comportamiento o hacer preguntas.

    Lo siguiente son los cambios de dirección, que juntan demasiadas direcciones en un período de tiempo, por ejemplo, si le pides a tu niño/a que haga 5 cosas diferentes, como alimentar al perro, sacar la basura, vaciar el lavavajillas, hacer su tarea y llamar a su abuela, es probable que olvide un paso o se frustre y ni siquiera lo intente.

    Las instrucciones que se expresan como preguntas también son problemáticas porque, técnicamente, su niño/a tiene derecho a decir que no, ya que usted está haciendo una solicitud en lugar de decirle que necesita hacer algo.

    Las instrucciones repetidas ocurren cuando dices lo mismo una y otra vez. Esto es bastante similar a las diversas instrucciones de las que ya hablamos, así que tenga en cuenta que debe hacer una declaración y luego esperar a ver cómo responde.

    Las instrucciones vagas también pueden ser un desafío porque no indican exactamente lo que usted quiere de su niño/a y no son específicas.

    Las instrucciones comienzan con la palabra "vamos", lo que hace que el niño piense que lo vas a ayudar y puede enojarse si no lo haces.

    Por último, las direcciones distantes son un desafío, ya que es posible que los niños no nos escuchen claramente o tengan la opción de fingir que no nos escucharon. Evite gritar instrucciones desde la distancia o desde otra habitación. Trate de mudarse a la misma habitación o espacio en el que se encuentra su niño/a para asegurarse de que pueda escucharlo claramente y comprender lo que le ha dicho que haga.

    Las instrucciones son indicaciones específicas que le damos en el momento específico en el que queremos que se comporte. Pero hay algunos comportamientos que queremos que nuestros niño/as hagan todo el tiempo, como ser respetuosos, amables y responsables. Aquí es donde entran en juego las reglas y las expectativas.

    No es necesario repetir las reglas y expectativas cada vez que desee ver un comportamiento, aunque es posible que desee recordarle periódicamente a su niño/a o revisar las reglas y expectativas de su hogar. Estas reglas y expectativas son comportamientos acordados y conocidos que usted desea que su niño/a realice de manera regular.

    Las reglas y las expectativas son conceptos ligeramente diferentes, así que analicemos lo que significan cada uno. Las reglas de comportamiento se establecen a través de la práctica repetida. Estos son comportamientos rutinarios que los cuidadores quieren que sus niño/as realicen de manera recurrente. Ejemplos de reglas de comportamiento pueden incluir: mantener las manos quietas, usar un lenguaje apropiado, respetar la propiedad y solicitar permiso antes de salir de casa. Es beneficioso enmarcar estas reglas de una manera positiva, para que los niños sepan específicamente en qué queremos  que participen, en lugar de lo que no deben hacer, como "no golpear", "no maldecir" o "no romper las pertenencias o propiedades de las personas".

    Cuando se violan las reglas de comportamiento, los cuidadores no necesitan advertir o amenazar a su niño/a de que será disciplinado si no se detiene. En cambio, la respuesta más efectiva es proporcionar una consecuencia inmediata y esperada para el comportamiento. Explicaremos cómo pueden ser las consecuencias momentáneamente. Tenga en cuenta que la regla de comportamiento debe haber sido enseñada antes de proporcionar una consecuencia, y que el niño ya debe tener una comprensión clara tanto de la regla en sí como de las consecuencias que puede esperar si viola la regla. Puede ser útil practicar juntos los comportamientos esperados antes de establecer la consecuencia para asegurarse de que su niño/a entienda la regla y sea capaz de hacer lo que usted le ha pedido.

    Ahora tenemos una mejor comprensión de las reglas de comportamiento, repasemos las expectativas. Las expectativas también deben estar claramente establecidas para su niño/a con anticipación y deben ser apropiadas para su edad. Estas expectativas pueden aumentar y expandirse a medida que su niño/a crece y es capaz de hacer más y asumir más responsabilidades domésticas. incluye las tareas diarias, como hacer la cama, limpiar el baño, poner la mesa, hacer la tarea antes de ver la televisión, y más. Cumplir regularmente con las expectativas apropiadas para la edad fortalecerá los comportamientos efectivos de su niño/a, la autoestima y contribuirá a la relación cálida y de apoyo que tiene con su niño/a.

    Volvamos al diagrama de flujo ABC que explicamos anteriormente. Ahora tenemos una sólida comprensión de los antecedentes, o el contexto y los eventos que condujeron al comportamiento. Recuerde que los antecedentes incluyen dónde está el niño, qué están haciendo usted y su niño/a, qué instrucciones, reglas y expectativas específicas existen para el entorno dado, y si el entorno es lo suficientemente tranquilo y silencioso como para que escuchen sus instrucciones. Con todos estos apoyos en su lugar, estamos observando el comportamiento, o B en nuestro diagrama de flujo. El comportamiento es la cosa específica y observable que hace su niño/a, ya sea caminar, hablar, limpiar, etc.

    Ahora que tenemos una sólida comprensión de A y B, antecedentes y comportamiento, pasemos a la parte C, consecuencias.

    Antes de entrar en los detalles de las consecuencias que podría proporcionar por el comportamiento de su niño/a, tomemos un momento para reflexionar sobre las consecuencias que podría haber usado o experimentado en el pasado. Si puedes, toma una hoja de papel y un lápiz para anotar algunos pensamientos. Piense en un comportamiento indeseable en el que su niño/a se involucró recientemente y cómo respondió usted.

    Echemos un vistazo a ese comportamiento indeseable que anotaste. ¿Cuál fue el comportamiento en el que se involucró su niño/a? ¿Qué estaba sucediendo justo antes del comportamiento? ¿Cuál fue la consecuencia con la que usted u otra persona respondió? Ahora, imagina que eres tu niño/a. En la medida de tus posibilidades, considera la situación desde su punto de vista. ¿Cuál podría haber sido su experiencia y por qué podrían haber actuado de esa manera? ¿Qué necesidad podrían haber estado tratando de satisfacer o comunicar?  Tómese un momento para reflexionar antes de continuar con este video.

    Ahora, piense en un comportamiento deseado, positivo o útil en el que su niño/a se involucró recientemente y cómo respondió usted. Una vez más, siéntase libre de pausar este video para tomarse más tiempo para reflexionar y escribir sus respuestas. Considere cuál fue el comportamiento y qué estaba sucediendo inmediatamente antes del comportamiento. ¿Qué estaba pasando alrededor de su niño/a? Imagina, de nuevo, que eres tu niño/a. ¿Qué podría haberte motivado a actuar de esta manera? ¿Había una necesidad o un deseo que satisfacer? ¿Cuál fue el antecedente y cuál fue la consecuencia que consiguió? ¿Estarías motivado para volver a tener ese comportamiento?

    Una vez más, todas estas reflexiones y actividades de autoexamen que estamos haciendo en este video son similares a las que les pediremos a usted y a su niño/a cada semana en nuestros empujones para cuidadores. ¡Esperamos que encuentre valor en tener estas conversaciones con su niño/a y comenzar a comprender mejor sus necesidades y perspectivas!

    Es posible que hayas notado cuando estabas haciendo una lluvia de ideas que era más fácil encontrar ejemplos de comportamientos indeseables que encontrar ejemplos de comportamientos deseables. Desafortunadamente, es demasiado fácil para nosotros, como humanos, reconocer las cosas que van mal, o las cosas que nos molestan, más que las cosas que van bien o nos hacen felices. Esto es completamente normal y natural, pero al reconocerlo, también podemos trabajar activamente para reconocer y alentar a los niños a participar en los comportamientos deseados con más frecuencia.

    También es posible que haya notado que sus reacciones, o consecuencias, a los comportamientos no deseados de su niño/a fueron mucho más fuertes que las consecuencias a los comportamientos deseados de su niño/a. Por ejemplo, es posible que haya enviado a su niño/a a su habitación para responderle, pero es posible que solo le haya sonreído o sentido gratitud cuando sacó la basura cuando se lo pidió. Al pensar en el importante papel que juegan las consecuencias en la guía de los comportamientos, puede comenzar a ver lo importante que es realmente prestar atención a proporcionar  consecuencias positivas cuando su niño/a está eligiendo comportamientos útiles y deseados. El objetivo es atrapar a los niños eligiendo comportamientos efectivos y deseados tan a menudo como podamos y, sobre todo, reconociendo sus esfuerzos, incluso si no cumplen perfectamente con sus expectativas.

    En las próximas diapositivas, vamos a hablar más específicamente sobre las diferentes consecuencias que los cuidadores pueden emplear que probablemente disminuirán la cantidad de comportamientos no deseados, aumentarán la cantidad de comportamientos deseados y, con suerte, disminuirán la cantidad de tiempo que pasa corrigiendo a su niño/a y lo ayudarán a continuar construyendo una relación más positiva.

    Las consecuencias son los eventos que ocurren después de que algo sucede. Toda acción tiene una consecuencia, aunque no seamos conscientes de ello. Estas consecuencias pueden ser grandes o pequeñas, intencionales o no intencionales. Al usar las consecuencias intencionalmente en respuesta a las acciones de su niño/a, puede ayudarle a modificar su comportamiento para que sea más útil, positivo y esté en línea con sus expectativas. Las investigaciones han demostrado que si los niños y adolescentes reciben consecuencias positivas, reconocimiento genuino por el comportamiento deseado, es más probable que vuelvan a elegir ese comportamiento en el futuro. De hecho, ¡esto es cierto para todos los humanos! También es probable que vuelva a hacer algo si un amigo, compañero de trabajo o familiar reconoce su esfuerzo y muestra aprecio por lo que ha hecho por él.

    Las consecuencias positivas más poderosas ocurren inmediatamente después del comportamiento. Cuando las consecuencias llegan inmediatamente después de que ocurre un comportamiento, es más fácil para su niño/a vincular los dos en su cerebro. Es más probable que reconozcan que existe una relación de causa y efecto entre lo que acaban de hacer y la consecuencia que está recibiendo.

    Tómate un momento para considerar algunas consecuencias positivas que podrías usar en casa. Algunos ejemplos podrían incluir la atención positiva, elegir la cena o el postre, ver una película preferida, pasar tiempo frente a la pantalla, acceder a un privilegio especial o cualquier otra cosa que su niño/a pueda disfrutar y motivar. A menudo, el simple hecho de notar y elogiar a su niño/a por "hacer lo correcto" es suficiente. Los elogios son cruciales para construir su relación con su niño/a y mejorar el comportamiento.

    La mejor parte de los elogios es que son rápidos, son gratuitos y es una forma muy significativa de conectarse con su niño/a. Además, los elogios tienen un impacto más positivo en la autoestima de su niño/a que casi cualquier otra recompensa que pueda proporcionar. Ayuda a enfocar su atención en las cosas buenas que suceden, en lugar de gastar más tiempo y energía en correcciones o críticas, lo que podría, a su vez, dañar la relación y crear sentimientos desagradables entre usted y su niño/a.

    Los elogios preparan a su niño/a para que continúe tomando las decisiones deseadas en el futuro. Cuanto más específico pueda ser en su elogio, más claro será comunicarle a su niño/a específicamente qué comportamiento le gustaría ver de nuevo. A esto lo llamamos "elogio específicos". El elogio específico identifica exactamente qué fue lo que hizo el niño que resultó en el elogio. Por ejemplo, "Me gusta la forma en que terminaste tu tarea antes de la cena" es un ejemplo de elogio específico. Los elogios no específicos, por otro lado, le indican al niño que hizo algo bien, pero no dice exactamente lo que hizo bien. Por ejemplo, simplemente decir "buen trabajo" o "gracias". Los elogio específicos son una forma mucho más efectiva de transmitirle a su niño/a específicamente qué comportamiento le gustaría que realizara con más regularidad en el futuro.

    Idealmente, también queremos ofrecer elogios inmediatamente después de que su niño/a haga el comportamiento deseado. Sin embargo, esto no siempre es posible. Tal vez usted esté en el trabajo cuando su niño/a llegue a casa de la escuela, pero la expectativa es que comience su tarea antes de que usted regrese a casa. En este caso, sigue siendo beneficioso elogiar al niño más tarde en la noche, cuando regrese a casa del trabajo y vea que está trabajando activamente en sus tareas o que ha terminado toda su tarea. Siempre y cuando le proporciones elogio específico para que tu niño/a sepa lo que estás elogiando, puede ser muy efectivo. Cuando podemos usar elogios inmediatos, esto es lo mejor, pero no siempre es posible en nuestras vidas ocupadas. Los elogios inmediatos son más efectivos, pero los elogios retrasados siguen siendo beneficiosos. ¡Todos los elogios funcionan como una forma de comunicar claramente que aprecia los esfuerzos de su niño/a por participar en comportamientos más deseables!

    Una precaución para elogiar a su niño/a es evitar emparejar el elogio con una crítica. El poder de la alabanza se pierde por completo si va seguida de una declaración de "pero". Por ejemplo, "te está yendo mejor con tus tareas escolares, pero me estoy cansando de tener que recordarte tus tareas todos los días" o "gracias por hacer tu cama esta mañana, pero no entiendo por qué no puedes hacer algo siempre como eso todos los días". Esto anula el cumplido o elogio que has proporcionado, ya que se ve eclipsado por las críticas.

    Otra consideración al elogiar a los niños/as es que los elogios deben ser sinceros y realistas. Decirle a un niño que es la "persona más inteligente del mundo" o que "siempre me ayuda" puede hacer que el niño piense en momentos en los que no actuó de una manera inteligente o útil. Es posible que comiencen a preocuparse de que no siempre pueden cumplir con tus expectativas de perfección, o pueden pensar que estás mintiendo. Estas declaraciones generales tampoco definen un comportamiento específico que puedan volver a realizar, no se etiquetan como elogios. Algunos niños/as y adolescentes pueden incluso experimentar esto como manipulación en lugar de elogio, pensando que solo está diciendo esas cosas positivas porque el adulto quiere controlarlos o hacerlos actuar de cierta manera. Esto puede ser contraproducente y hacer que su niño/a actúe de una manera opuesta a lo que usted esperaba o quería. Debido a esto, los elogios específicos y etiquetados son mejores para aumentar el sentimiento de valor y motivación de su niño/a para elegir comportamientos que sean beneficiosos.

    En este punto, hemos hablado mucho sobre cómo proporcionar elogios y refuerzos positivos a su niño/a cuando realiza los comportamientos que le gustaría ver más. Si bien esperamos que sus niño/as siempre tomen decisiones útiles y demuestren comportamientos deseados y apropiados, desafortunadamente este no es nuestro caso. Todo el mundo comete errores. A veces, cuando los niños se involucran en un comportamiento no deseado, los cuidadores responden con un castigo con la esperanza de que motive a su niño/a a tomar una mejor decisión de comportamiento en el futuro. Sin embargo, sabemos que el castigo no enseña nuevos comportamientos, solo tiene el potencial de detener lo que está ocurriendo en el momento. El castigo puede ser útil y apropiado en ciertas situaciones, particularmente si el adolescente o niño/a está participando en algo que no es seguro. Los comportamientos peligrosos no pueden ni deben ser ignorados. Estas acciones incluyen peleas físicas con hermanos o compañeros, prender fuego, robar y destruir la propiedad.

    Sin embargo, muchos de los comportamientos más menores en los que se involucran los niños, cosas que son molestas o irritantes, no siempre necesitan ser abordados o castigados directamente. Estos comportamientos presionan nuestros botones y hacen que reaccionemos de forma exagerada gritando o castigando a nuestros niño/as. Sin embargo, el uso de esta disciplina punitiva y negativa para pequeñas faltas de comportamiento por parte de nuestro niños/as no es efectivo para enseñar nuevas habilidades, e incluso puede tener el efecto contrario. Cuando reaccionas de forma exagerada, ya no tienes el control de tus emociones o de tu comportamiento. Ignorar o redirigir de forma planificada es una técnica de comportamiento útil que puede ser difícil de dominar, pero puede ser más eficaz para reducir las conductas irritantes y no deseadas que su niño/a realiza con regularidad, como hacer repetidamente la misma pregunta. La investigación conductual indica que relacionarse con un niño inmediatamente después de que muestre un comportamiento no deseado puede recompensar el comportamiento a través de la atención, lo que significa que es más probable que lo vuelva a elegir en el futuro. Esto incluye reprender y regañar también. Si bien esto puede no tener sentido a primera vista, el comportamiento de su niño/a puede reforzarse a través de la atención, ya sea que esa atención sea cálida o punitiva. Para evitar que su niño/a se involucre en estos comportamientos, le recomendamos que ignore los comportamientos no peligrosos en lugar de responder a ellos. Lo que esto significa es que usted ignora o corta toda comunicación con su niño/a mientras el comportamiento está ocurriendo, o tal vez vaya a otra habitación si es posible. Esto significa no hablarles ni mirar en su dirección mientras dure el comportamiento. No hagas nada que le indique a tu niño/a que le estás prestando atención. Lo que esto le dice a su niño/a es que no puede controlar la situación ni su atención. No pueden hacerte perder el control de ti mismo y de tus emociones. Cuando intente esto por primera vez, tenga en cuenta que el comportamiento puede "empeorar antes de mejorar" y que su niño/a puede volverse creativo tratando de llamar su atención. Por ejemplo, pueden pasar de lloriquear a gritar. Si esto ocurre, puedes volver a expresar las expectativas diciendo algo como "Me encantaría hablar de esto contigo cuando estés tranquilo" y luego salir de la habitación. Es posible que su niño/a continúe gritando por un momento, pero luego debe darse cuenta de que usted ha establecido un límite y una expectativa. Cuando cumplan con esa expectativa, brinde atención positiva reconociendo su esfuerzo por participar en un comportamiento mejor y más efectivo.

    Si nunca ha hecho esto antes con su niño/a, lo alentamos a que hable sobre lo que ha aprendido con su niño/a, para que sepa lo que puede esperar de usted en el futuro. No queremos sorprender a nuestros niño/as con un nuevo conjunto de comportamientos, pero podemos explicarles cuáles son nuestras nuevas expectativas y cómo vamos a reaccionar cuando esas expectativas se cumplan o no.

    Le animamos a que exprese este cambio más como un cambio para detectar a su niño/a que muestra comportamientos deseados y ignorar los comportamientos que son menos deseables. Las prácticas punitivas, como gritarles, quitarles privilegios de inmediato, etc., sin comprender la causa raíz o darle al niño la oportunidad de probar un comportamiento mejor, pueden dañar las relaciones y dañar la confianza. Enfocarse en comportamientos y consecuencias más positivas, por su parte, promete mejores resultados para todos, incluyendo mejores relaciones y comunicación, autoestima positiva e independencia.

    Esperamos que este video le haya proporcionado algunas ideas y conocimientos nuevos sobre el comportamiento de su niño/a y cómo continuar apoyándololes para que se convierta en un joven amable, servicial y seguro de sí mismo. ¡Gracias por ver el video de inicio de la sesión de lanzamiento de Coping Power! Esperamos tener la oportunidad de llevar este programa a la escuela, y esperamos que usted también esté emocionado. Si tiene alguna pregunta adicional, o si algo en este video despertó su interés o atención, lo alentamos a que se comunique con el líder de Coping Power de su escuela para obtener más información.

    Gracias por ver nuestro video inicial de lanzamiento para padres. Estamos muy agradecidos de que se haya quedado para aprender más sobre las habilidades y estrategias importantes que su niño/a está aprendiendo, así como las estrategias específicas que puede usar en casa para reforzar estos comportamientos positivos y saludables. Le animamos a que continúe sincronizando a lo largo del programa nuestros "empujones para cuidadores" semanales, que le proporcionarán un fragmento rápido del contenido que está aprendiendo cada semana.

    ¡Muchas gracias y nos vemos pronto!